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El cadalzo de los sueños (2009-2018)

Ruido negro



I


Nos fundiremos en el ruido negro
hasta que nos absorba
Nos diluiremos en la luz negra
hasta que nos borre
Nos hundiremos en el agujero negro
hasta rellenarlo



II


O, este ruido
que se parece al estado del alma
luego del crimen o de la política
este ruido
que representa la conciencia pero no la habita
ni la llena
la infinita densidad – la infinita ausencia
este ruido negro que me envuelve
pero no aporta la paz

Vendrá un día
cuando habrá que poblarlo
de esos colores que absorbe
y destruye
Vendrá un día
cuando habrá que colmar
esos dolores
y esos gritos
en un inmenso ruido negro



III


Los autómatas se prendieron
distribuyendo los sonidos a merced de la mecánica
El ruido negro invadía los intersticios
Sobre la nieve escarlata, el infinito ruido negro
que colmaba los vacíos y los plenos
Y la caja musical giraba sobre sí misma



IV


En el corazón del sonido, el ruido negro
en el corazón del ser humano, su espera
en el corazón del tiempo, el instante infinito
que nos libera



V


El silencio del papel
aquellos sonidos escritos a tinta
para ocupar el espacio vacío de la hoja
estos signos desesperados de estar oídos
sino de sonar
estas manchas que no pueden más
de la inmensidad inmaculada que los encarcela

No hay ruido negro sino en la hoja negra

Ocurre que el pensamiento no tiene frontera
pero a veces párpados
para mejor embastillarse



VI


Sobre la hoja blanca, el ruido blanco
la suma de todas las palabras
los sonidos de todos los deseos
el silencio ensordecedor de los discursos
la infinita incontinencia del texto
la ilusión de lo inmaterial
En la masa oscura del papel negro
el reposo del oído en la ausencia de las palabras
la paz de los ojos en la mirada apagada
el océano de ruido negro y su dulce música



VII


Ocurre que los párpados
no tienen pensamientos



VIII


a lo lejos
más allá de las minúsculas inmensidades
los nenúfares secan bajo el sol grís
el espacio restringido se congela
la hora murió de sus heridas
el tiempo se evapora en la humedad de la espera
la música, el silencio, el ruido negro
lágrima sobre lágrima
la resonancia del ruido negro
que cubre la inmensidad
a lo lejos
a lo lejos
a lo cerca
que cubre la inmensidad
y la resonancia, y el ruido negro
muy cerca
hasta la disolución



IX


Los pensamientos no tienen rejas, ni párpados
vuelan a merced del espíritu que se movía sobre las aguas
ese ruido blanco y móvil, emocionante
gran
amnios primordial
mundo de ruido negro adentro
de ruido blanco afuera
Los pensamientos se abisman en la escritura
sonido transformado en ruido negro, ensordecedor,
congelado en su eternidad inmutable, agujero negro
que absorbe los signos, el silencio, los pensamientos,
el pensador, las rejas, los párpados, las aguas



X


En un mundo grís
el ruido no puede ser sino
blanco
o negro
absorbante
o absorbido
o todo a la vez



XI


Ocurre que las piedras
no tienen pensamiento
Ocurre que las pieles
no tienen rejas
Ocurre que los pensamientos
no tienen párpados



XII


Hasta el final del silencio
ahogaremos las palabras
en su sonido
llenaremos el ruido blanco
de sonidos inaudibles
de palabras vacías
de torrentes de notas
hasta volverlo negro
y efímero



XIII


Luego
del silencio haremos
una nueva escritura
y pasaremos el tiempo
por la criba de nuestro amor